sábado, 10 de marzo de 2012

El Galeno...











"la cuarta de abono" fue para los galenos..Digna y enriquecida disertación a cargo del eminente doctor don Agustín Utrilla López, (Cirujano jefe de la sección de cirugía vascular del Hospital Universitario “Ramón y Cajal” de Madrid.. ¿Cómo podría faltar un personaje de esta talla en un semana taurina que se precie?. Los galenos han sido, son, y lo serán por siempre ángeles custodios de todos los coletudos y demás componentes de los festejos taurinos que se dan en toda nuestra vieja piel de toro.
Busco en el diario digital Hoy.es la foto de esta tertulia para exhibirla como testimonio gráfico en mi artículo-comentario de opinión, (como vengo haciéndolo habitualmente, a lo largo de esta semana taurina) y no la encuentro?.. Tan solo “cuatro renglones cuatro” expone, nuestro diario este resumen de tan interesante disertación de la cirugía en los toros..
Por fin la encuentro, escondida en los rincones entre abundantes fotos anunciando ya, la huelga general, encabezadas por el “dúo tétrico” Compuesto por señor “Toxo” lo cual no sé a que corresponde esta palabreja, o diminutivo nacionalista? Junto a su barbudo compañero de andanzas y comilonas sindicales..El extremeño Cándido Méndez, aun con cara de “candidez” no me parece tan cándido el sujeto?.. También andaban por esta página el ex director general de trabajo de la junta de Andalucía, Francisco Javier Guerrero.. El de los ERE de ACYCO..Junto a su abogado, el que fuera defensor de los “carcaños “ y el Cuco..En el fallido caso Marta.. (para la familia) Casi naide al aparato.. Toda la página para ellos..Se lo habrán merecido?..
Pues bien, anoche, este diestro del bisturí , el señor Utrilla, entre otras muchas vivencias a lo largo de su ya dilatada carrera, la cual suma ya más de treinta años, relataba sobre el desconocimiento de las reglas “urgentes” sobre el ruedo, de cómo asistir al herido por asta de toro entre sus compañeros en los primeros auxilios. Por aquello del “torniquete” que tanto se ha cacareado? Pues bien, este se debe saber cómo aplicarlo..Pues pudiera ser mortal de necesidad su mal uso..Aconsejó el taponar la herida con las manos para evitar algún desavío por estrangulamiento indebido en los momentos cruciales de la cogida..
Trajo un exhaustivo análisis sobre las muertes producidas a lo largo de la historia, de cómo los banderilleros fueron más castigados que los espadas de turnos..También comentó que a la hora de entrar a matar, hubo menos heridos por asta de toro, que en otras suertes en la noche de los tiempos..Nos trajo el recuerdo aún vigente de aquel 28 de Agosto en Linares..
Cuando los galenos tuvieron que hacer, (según sus declaraciones) un elemental nudo de arterias en el triangulo de Scarpa del Manuel Rodríguez Sánchez. El que fuera operado por segunda vez, con transfusiones de diversos grupos sanguíneos con la precipitación lógica, y en aquellas fechas tan remotas, sin tiempo, ni aparatos adecuados ante la gravedad del momento..No quiso profundizar si los plasmas, enviados desde otras latitudes y aquellas decisiones mal tomadas por sus más inmediatos “asesores” véanse, Camará y su “amiguisimo” Álvaro Domecq y Díez?...Vaya usté a saber.. Amigo!..

O cómo en una tarde del verano de 1964 el doctor don Pedro Valcarreres, (padre del actual cirujano jefe de la Misericordia, coso de Pignatelli en la hermosa Zaragoza) estando tranquilamente sentado en el tendido de la plaza de toros de Tarazona..(Hubo de ser requerido por los doctores que asistían el festejo desde la enfermería de dicha plaza) Y de inmediato para intervenir aquella cornada de caballo al bravo espada de Écija, Jaime Ostos. Que sin ser anestesiado y encima del mostrador donde vendieron las entradas aquella tarde, aguanto impertérrito las tripas en las manos mientras don Pedro enjaretaba una intervención a vida o muerte con tanto valor y maestría torera cómo para quedar en los anales de la historia de la medicina taurina por los siglos de los siglos..
O de aquella tarde en Pozoblanco.. Donde aquel marinero de luces y espalda morena dejó su vida ante un toro afeitado..Los toros hieren de muerte por la tremenda fuerza que imprimen en su fiera acometida..Aún recuerdo la que le infirió “fantasmón” a Pepe Luí Vargas otro finísimo “León” diestro astigitano en su Sevilla en el 24 de Abril del 87 cuando esperó al marrajo a puerta gayola. Milagro de dios y del doctor Vila que puso arte del chachi y rescató al torero que atesoraba la gracia sevillana de las garras de la Parca..
Más luego la destreza de los toreros de bata blanca con, o sin alternativas debidamente “confirmadas” más el añadido de las instalaciones quirúrgicas en Plaza.. España, camisa blanca de mi esperanza…
Si te coge un toro de don Nazario,
nada tienen que hacer
ni médico ni boticario!...

Dijo alguien.. (yo no)

Fernando naranjo duran
9-3-2012

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