El valle
de los pedroches
ya no
luce en sus balcones
el
dolor en sus crespones
ya pasean
sin reproches
mocitas
y zagalones..
Una tarde
de dolor
su sangre
llegó al arriate
vertida sin un rescate
de aquel
bravo matador
predilecto
de Barbate...
Córdoba
firmó su muerte
con
rúbrica de sultana
y el río pasó sin gana
delante
del cuerpo inerte
cual lívida
porcelana.
Y Sevilla
le dio tierra
de su
albero maestrante;
que
mañana tan distante.
El tiempo
no la destierra
ni la olvida
un solo instante!...
Y la cal
de Pozoblanco
en
septiembre enmudecer
de escarlata atardecer
nos dejó
a todos llorando
hoy
parece que fue ayer..
Ay, como
vuelan los años
hoy ya teñido de canas,
reverdecen
esas ganas
ver
toreros con reaños
sin
darse coba ni ojanas
subir
peldaño a peldaño!...
Fernando
Naranjo
“dejabugoyoros”
26/9/09
Poema de
mis archivos..
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