En estos tiempos. Como en un
tiempo pasado nos encontramos a merced
de los políticos.
Porque de alguna manera los
buscamos a imagen y semejanza para hacerlos
a nuestra mano.
..Como dijo aquel “Ponga un político en su vida”.. Sería un buen
eslogan.
El ciudadano medio necesita creer que está a salvo de cualquier eventualidad si tiene un político afín a sus creencias, a
modo, para sus intereses comerciales..
El ciudadano medio necesita rezar a alguien (incluso a la virgen) para
que no le falte el buen vivir, sin
pensar en sus conciudadanos más necesitados de tantas cosas razonablemente sencillas y elementales para
seguir vivos; pero sospecha que de darse
tal circunstancia podría acabar su propio bienestar. “Y no camela por lo bajini”..
Aún estamos a hostia limpia en
este país nuestro influenciado por su
proximidad con el norte de África para
todos los efectos; tunante,
marrullero, vago falso y traidor. Por donde pasaron más “civilizaciones” que en
ningún otro país europeo en donde se
permite de todo lo malo, feo, corrupto, y degenerado, pero…No!.. A las corridas
de toros ¡No!!
Y a todo esto me llega una
petición por parte de una buena amistad
de allende los mares, en el territorio del indio Juan Diego; en donde andan
tratando de abolir también nuestras
costumbres que a bordo de tres
carabelas, les legamos con alguna que
otra molestia ya olvidada; o en vías de olvido, creyéndome un tanto responsable de esto, quiero poner mi granito de arena, o albero
de Alcalá. En este imaginario envío a la tierra de
Agustín Lara, María Félix y don Mario
Moreno “Cantinflas” Rogando a quien
proceda, detener el deseo de abolición de este sentir tan arraigado a la gente sencilla y patriótica en aquel nuevo mundo. Las corridas de toros. Sr
Presidente. Engrilleten a los que
trafican con la droga, vertiendo ríos
de sangre entre sus hermanos sin discriminación alguna.
Sr Presidente.. Saque usted el
pañuelo; socorra a sus emigrantes tan necesitados, y busque le den cobijo
tras las alambradas yanquis.. Sr
presidente, deje, correr la tinta, y la sangre de los toros bravos en sus
fiestas patronales. La gente necesita algo lindo en qué pensar para olvidar la
tragedia de vivir el cautiverio
social de la estrechez económica y no ser honestamente comprendidos.
Recuerde Sr Presidente, la
gloria exportada por sus hijos los toreros, nacidos
bajo ese sol de justicia que
curtiera sus facciones y sus almas de
puro machos enfundados “de sangre y sol”
se jugaron y se siguen jugando la
vida por tan noble ideal.
Sr Presidente. Como lo hicieron
aquellos, sus generales, que lucharon por el bien estar de esa patria
grande y noble, que es “nuestro” México.
Sr Presidente, atienda la elemental y humilde queja de este español medio, que
sufre a compás de sus “manitos”
haciéndola suya tan alevosa pre-disposición de prohibir sobre su ardiente suelo el más hermoso y
verdadero ejemplo de honestidad y
valentía con que se juegan la vida los hombres machos que habitan
nuestras tierras hermanas.. ¡Los toreros!
Va por usted presidente!
Por detener la violencia
y la constante insolencia
de la droga y de su gente.
Pero no la de los toros..
Detenga a todo insurgente
quitándolos del relente
por causar tanto incomodo..
Más, deje la sangre brava
discurrir por su sendero
puesto que el pueblo lo quiere.
Y no siembre de alfileres
la fiesta que el pueblo alaba
desde aquel indio Juan Diego!
Fernando naranjo duran
“de Jabugo y oros”
29-3-2012