martes, 29 de marzo de 2016

Sr Presidente!... (Hoy hace cuatro años)


En estos tiempos.  Como en un tiempo pasado  nos encontramos a merced de los políticos.
 Porque de alguna manera los buscamos a imagen y semejanza para hacerlos  a nuestra mano.
..Como dijo aquel “Ponga un político en su vida”.. Sería un buen eslogan.
El ciudadano medio necesita creer que está  a salvo de cualquier eventualidad  si tiene un político afín a sus creencias, a modo,  para sus intereses comerciales..
El ciudadano medio necesita rezar a alguien (incluso a la virgen) para que no le falte el buen vivir,  sin pensar en sus conciudadanos más necesitados de tantas cosas  razonablemente sencillas y elementales para seguir vivos; pero  sospecha que de darse tal circunstancia podría acabar su propio bienestar.  “Y no camela por lo bajini”..  
Aún estamos  a hostia limpia en este país nuestro  influenciado por su proximidad con el  norte de África para todos los efectos; tunante,  marrullero,  vago  falso y traidor.  Por donde pasaron más “civilizaciones” que en ningún otro país europeo  en donde se permite de todo lo malo, feo, corrupto, y degenerado, pero…No!.. A las corridas de toros ¡No!!
Y  a todo esto me llega una petición por parte de una  buena amistad de allende los mares, en el territorio del indio Juan Diego; en donde andan tratando de abolir  también  nuestras  costumbres que  a bordo de tres carabelas, les legamos  con alguna que otra molestia  ya olvidada; o  en vías de olvido,  creyéndome un tanto responsable de esto,  quiero poner mi granito de arena, o albero de  Alcalá.  En este imaginario envío a la tierra de Agustín Lara, María Félix y  don Mario Moreno “Cantinflas”  Rogando a quien proceda, detener el deseo de abolición de este sentir  tan arraigado a la gente sencilla y patriótica  en aquel nuevo mundo. Las corridas de toros. Sr Presidente. Engrilleten a los  que trafican con la droga, vertiendo  ríos de  sangre entre sus hermanos  sin discriminación alguna.
 Sr Presidente.. Saque usted el pañuelo; socorra a sus emigrantes tan necesitados, y busque  le den cobijo  tras las alambradas  yanquis.. Sr presidente,  deje, correr la tinta,  y la sangre de los toros bravos en sus fiestas patronales. La gente necesita algo lindo en qué pensar para olvidar la tragedia de vivir el cautiverio  social  de la estrechez económica  y no ser honestamente comprendidos.
Recuerde Sr Presidente,  la gloria exportada por sus hijos los toreros,  nacidos  bajo ese sol de justicia  que curtiera sus  facciones y sus almas de puro machos  enfundados “de sangre y  sol”  se jugaron  y se siguen jugando la vida por tan  noble ideal.
Sr Presidente.  Como lo hicieron aquellos, sus  generales,  que lucharon por el bien estar de esa patria grande y noble,  que es “nuestro” México.  Sr Presidente,  atienda la elemental  y humilde queja de este español medio, que sufre a compás de sus “manitos”  haciéndola suya tan alevosa pre-disposición de prohibir  sobre su ardiente suelo el  más hermoso y  verdadero ejemplo de honestidad  y valentía con que se  juegan  la vida los hombres machos que habitan nuestras tierras hermanas.. ¡Los toreros!

Va por usted  presidente!
Por detener la violencia
y la constante insolencia
de la droga y de su gente.

Pero no la de los toros..
Detenga a todo  insurgente
quitándolos del relente
por causar tanto incomodo..

Más, deje la sangre brava
discurrir por su sendero
puesto que el pueblo lo quiere.

Y no siembre de alfileres
la fiesta que el pueblo alaba
desde aquel indio Juan Diego!

Fernando naranjo duran
“de Jabugo y oros”

29-3-2012

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