lunes, 26 de marzo de 2012
“El Clavo”.. o el León herido..
Ayer sábado emprendí junto a Ana, de nuevo el viaje que solemos hacer ahora, periódico y anual por invitación de una familia de importantes hosteleros de la muy noble, leal y antigua, Valencia de alcántara.. De la que estamos hermanados desde un tiempo inmemorial, por nuestro paso como mercaderes de sonrisas que fuimos, siempre por aquel bucólico lugar. Hermosa parte de nuestro territorio fronterizo con el país de Fdo Pessoa y del Marqués de Marialva.. Singular y triangulado punto en el oeste extremeño, alejado por las mismas distancias kilométricas de las dos capitales extremeñas, Badajoz y Cáceres, a la que esta última pertenece.
Mañana cárdena, cuajada, y amenazante, la que no se arrancó a embestirnos con algún aguacero o chubasco bravucón, que embarcado en la roja franela la necesidad, llevarnos a la boca. Con la faltita que nos está haciendo a todos por igual..Pues nada.. Y todo aquel agasajo preparado por El Hotel y Restaurante “El Clavo” oficiado por mi “sobrino” Vitín, fue un éxito en un enclave paradisiaco bañado por la ribera Avid.. Ahora convertida en un humilde regatito donde se enclava “La Huerta el Clavo” Y todo acabó como tienen que acabar las cosas hermosas, por bien organizadas.. Bien, muy bien!.. Durante el viaje de ida y vuelta perdido entre mis pensamientos, apareció algún retazo de mi niñez, juventud y adolescencia, y ya mayor, con todo el séquito familiar como siempre; en calidad de mercaderes de sonrisas que fuera el motivo que nos emparenta con esa localidad y esta familia Pérez–Ferrera, ilustres empresarios, que lo fueron desde tiempos remotos..
Anduve por aquel perdido ayer, sus caminos áridos, por arenosos cristalizados.. Épocas, sin apenas asfalto sobre descarnadas calzadas cuando aún vivían mis mayores.. Ya a partir de los sesentas con la fiebre del oro, germinada por la obra “Franquista” en el pantano de Cedillo, surgió el ansiado cambio y renació para el bien de sus ciudadanos, negocios satélites que surgieron como setas a su alrededor, alcanzando su máximo esplendor mientras, El “Cordobés” y el sonido de aquel Bon de The Beatles, Paul Anka, Adamo, El dúo Dinámico o Chubby Cheker, hicieron la felicidad de los jóvenes como para firmar, grandes ferias en bien de mis elementales aparatos, hasta conseguir instalar mis modernos para la época, autos de choques, en las cercanías del Centro de la Unión, frente a la O.J.E. donde organizaba la familia del “El Clavo” fastuosos y tradicionales bailes de Matiné y aquellas noches de Cabiria.. Mientras el parné corría, como un reguero de pólvora en el Vietcong del “Apocalypse Now” con sus terribles valkirias..
Mis recuerdos son, de aquellas orquestinas portuguesas, que al toque de dianas floreadas nos despertaban a punto de mañana con sus incesantes acordeones con todo lujo de fanfarrias a la hora bruja del aguardiente seco, tras el cafelito portugués de puchero de los más veteranos lugareños. Tempraneros pobladores de la singular plazoleta denominada a lo grande, como “La Playa” donde se situaban las atracciones de toda nuestra familia. Tomada en sus espacios libres por un enjambre de mujeres estraperlistas mercadeando con café, tabacos, y pequeñas imágenes de nuestra señora de Fátima tan en boga por aquellos lustros..Sedas y baratijas bajo sus amplias faldas; todo un súper mercado de la época sin aire “acondicionado” bajo el tórrido ataque del astro rey en plenas fiestas de San Bartolomé..
Después ya con muy buenas comunicaciones por carreteras de primer orden, fue un placer el desplazarte a la antigua - Valentia- como la llamaron los romanos a su paso por aquel prehistórico paisaje de la Sierra Fría, estribaciones de la portuguesa Sierra da Estela custodiada por Dólmenes en su característico y austero roquedal testigo de las tres civilizaciones tan marcadas en sus calles “valentinas” orgullosas de la grandeza guardada entre sus austeros muros. De un barrio judío-gótico que conserva una Sinagoga. Valencia está declarada Conjunto-histórico-artístico.. Y es altiva capitana de sus aldeas que desparrama sobre la raya fronteriza extremeño-alentejana que marcara en alguna época pasada territorio lusitano, aunque en su preciada iglesia de Nuestra Sra de Rocamador, (joya del gótico) se desposaran, Manuel, “el afortunado” Rey de Portugal con la infanta Isabel, hija de los Reyes Católicos, asistiendo la propia Reina Isabel la Católica a la ceremonia de dicho enlace..
Valencia de Alcántara siempre tuvo cierto aire mundano, propio de los puestos rayanos al natural trasiego de personas y mercaderías entre dos países ibéricos tan hermanados a través de la propia historia, que ambos comparte a través de los siglos..Esto hace grande a los pueblos, y a sus gentes. De ahí la hospitalidad de mi “sobrino” Víctor Pérez.. “Vitín” para los amigos que son muchísimos..Este, me recibía como un joven y avezado “Viriato” a las puertas de su fortaleza, henchido de gozo de volvernos a tener en su casa.. Vecina limítrofe de un estratégico Palacete, ahora llorando el esplendor de un pasado, sufre la miseria de verse clausurado para todas las gestiones.. Allí vivió mi amigo Lisardo Sánchez, nieto y heredero del legendario ganadero salmantino del mismo nombre..
Valencia es un jirón de mi vida, es un paquete de nostalgias del que no quiero deshacerme.. Lo necesito para saber quién fui, y saber lo que ahora soy a través del tiempo.. Después de participar degustando el producto de la matanza de varios cochinos ibéricos, nos acercamos al patriarca de esta fundación “El Clavo” Mi amigo Víctor Pérez..(Padre) Cuyo origen fuera herrador de caballos, y de bestias de labranza y tiro, tan elementales en aquellas fechas.. De ahí el título de su emblema comercial..
Aquel mocetón de casi dos metros de grandeza humana ahora postrado en una silla, ya sin apenas movimiento. Un viejo león fatigado y desposeído de sus colmillos que tuviera para comerse al mundo, sin fatigas, y sin reloj alguno pudiendo medir el paso de su tiempo de trabajo..
Hoy deudor de sus detalles lo traigo con todo orgullo a mis escarceos literarios, para públicamente dar las gracias al creador de esta gran familia que son los dueños y representantes de este emporio hotelero instaurado en la Raya luso- española, de Valencia de alcántara.
Siempre nos consideraron, como famila, y estuvieron pendientes, ofreciéndose elegantemente, ¿Por si hacer falta? cada vez que llegara la feria, y con ellas, un servidor con todo mi equipo..
Victor, gran aficionado al caballo y al toro, y además, rociero de corazón y de hechos; impregnara sus devociones a sus vástagos a estas nobles y sencillas causas para el bien todos.
Aunque sean estos últimos renglones los que le dedico a mi viejo y buen amigo, Víctor, que junto a su señora, su querida y fiel Ignacia, no tuvieran nunca pereza para atendernos a la familia.. Son en esencias el punto álgido de mi agradecimiento..
Hoy vuelvo andar el camino,
el mismo que anduve ayer..
Y vuelve a ser un placer
volver al mismo destino.
Al playero atardecer
y compartir con amigos
que tanto hicieron conmigo
hoy juntos envejecer..
Recuerdo coral manera
cual fandanguillo o fandango
dice, alindin alindango
hoy los higos ya son brevas
y aún seguimos conversando
al volver a contemplar
nuestra Playa singular
soñar de mayor, soñando..
Hondo induce el suspirar
aún mi corazón fuerte,
acompañado de suerte
se alboroza al regresar
y esta matanza probar
con mi gente y mis amigos!
Aquí estoy bajo su abrigo,
de esta tierra soy esclavo..
Valencia y la huerta el “Clavo”
Los llevo siempre consigo!
Y el recuerdo de la feria
tan pintoresca y afable
dios quiera se torne estable
y en el “Clavo” casa seria,
encontrar siempre la clave!
Él Víctor de la noche en vela
destruyó sus facultades..
Creando universidades
avivando la candela
de sus vástagos cabales
atentos hoy a su vera..
De tal puchero anfitrión
es la Ignacia, gobernante,
que nunca perdió el talante
y supo dar pimentón
bajo tutela elegante
de un galán, blanco pañuelo
manejando los señuelos
altanero y trajinante..
Tiene gloria y rasos cielos
y dio le tal alevín
de su talla, mi Vitín;
entregado en estos duelos
perseguido por mil celos
navega con rumbo fijo..
Y ahora a él me dirijo
con el calor de mis años..
Ay Vitín.. Cuantos reaños
te legara esta pareja.
Lo digo bajo estas tejas
desde mi cómodo escaño..
Y desde aquí hacer un guiño
a su dueño y creador,
de pujavante.. Herrador,
sin corbata y torpe aliño.
Su elegante pundonor
tiene todo mi cariño..
! Larga vida a tal señor!...
Fernando naranjo duran
24-3-2012
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Veo que a pesar del tiempo transcurrido de aquellos años de ferias en aquella "Playa", sigues recordando cada momento y sigues teniendo una família, "El Clavo". Ellos son parte de Valencia de Alcántara, siempre que se les necesita están ahí y creo por eso se les quiere. Seguro que ellos sabrán agradecerte éstas palabras y poema. Un saludo Fernando y gracias por haberme hecho recordar aquellas ferias de mi infancia.
ResponderEliminarDe nuevo te doy las gracias amiga Pilole, por acercarte y ser compañera en este instante en que abrazo a toda la comunidad "valetina" en sus máximos representantes. Esta familia trabajadora constante, noble y sencilla, blason de esa tierra fronteriza y señorial que es Valencia de Alcátara..Mi corazón no dejará de quereros..
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