viernes, 30 de octubre de 2020

Carta a Ismael..

Carta a Ismael.

Querido hermano, hoy treinta y uno de octubre cuando apenas son las 0:05/am, después de soportar algún sueñecito de esos negativos que hoy se sufren inmersos en esta pandemia que nos envían desde Pekín; mal atendida y entendida, por ciertos sicarios del Estado que ahora mal nos gobiernan y decido escribirte porque seguro no iré a verte en estos días cuando celebramos vuestro recuerdo, allá en ese lugar pleno de paz que tú disfrutas con los nuestros idos.

Tenemos prohibido acercarnos a vuestros feudos, y dios quiera que no nos prohíban más libertades esta partía de canallas, pues ha ido degeneradamente y en aumento, esa plaga que ya conocíamos desde el observatorio de nuestros párvulos albores. Hoy no te escribo versos, pues creo que debo ser más conciso y extenso, menos comedido, sabiendo en qué circunstancias debo dirigirme a ti, tú que tan experto fuiste en coger al vuelo cualquier síntoma de afarolada y malabar inquietud, entre el engaño o la sinceridad del sentimiento, mereces toda franquía, como siempre de tu hermano.

 El que tuvo la suerte de tenerte de compañero de viaje hasta crear nuevas ramas familiares, las que se van encargando poner en jaque y punto final de trayecto ‘universitario’ nuestros proyectos sin saber que el amor de un hermano es más poderoso que el posterior ‘rosario de afectos’ el que dicen ‘de la aurora’ no suelen disfrutar a veces, felices finales.

Tanto quisiera decirte, que a veces se coartan mis hemisferios sin saber controlar las vías de información entre el pasado y el presente, y ante esta ‘normal’ anomalía, hoy literaria) sigo sufriendo tempestades anímicas a pesar de ese Faro vigía que tú tratas de mantener, como siempre encendido, para mis naufragios naturales. Decir que te echo de menos, es pecar de repetitivo. No logro olvidarte. Y a saber si en menos de lo que uno espera, no emprendo el vuelo hacia tus feudos celestes.

 Pues estarás alerta de la masacre-holocausto que han originado la venenosa casta política que impera hoy en el orbe mundial, que como el caudaloso Niágara en alucinantes cascadas, están cayendo miles de humanos, y sin un solo disparo se atiborran las morgues de todo el espectro mundial. Tanto es así, que te juro estar preparándome para ese destino que hoy buscan aceleradamente nuestros propios congéneres, ansiosos de poder y gloria, cuales caudillos de la antigua Roma, trasladándose aún más a los de jinetes de un nuevo apocalipsis, como Atila, o Nerón y los nuevos sanguinarios y acaudalados ayatolás.

Mujeres maléficas, estilo Helena de Troya, o feminazis enroladas entre las valquirias de Hitler; ¿sin faltar clérigos mariquitas, o aprendices de Herodes y Pilatos que juran ser como Platón y Sócrates? Y solo son pastores hermafroditas de los rediles ovejunos, caprinos y vacunos” como nuevos caudillos sobre la tierra, acostumbrada a sus continuos episodios de hambrunas dolor y muerte.

Hermano, por si no logro ir a verte, te digo que me gustaría descansar junto a mamá y a ti, si hubiere esa posibilidad. A pesar de estar siempre diciendo y prometiendo navegar entre cenizas sobre el Múrtigas,  bajo aquel “Puente del infierno” en nuestra tierra de origen. Ya conoces mi acérrimo sentir por aquella Sierra que nos diera la primera luz. Más, mis sucesores harán lo que mejor puedan.

Espero estés atento  y me ubiques a tu vera, y como un buen y dinámico Cicerón, me lleves a conocer aquellos rincones que sin duda  nos volverán hacer felices entre los nuestros ya lejos de la influencia terrenal podamos volver a construir castillos en donde seamos sus únicos feudales sin olvidar dar cobijo y convidar a tantos conocidos como estarán en esas latitudes, a las que  irremediablemente llegaremos como nunca se pudo, usando la razón.

Ya sabes, nosotros siempre “de izquierdas” por aquello de otorgar a diarioel corazón a todos. Pero diestros, sencillos y arrogantes custodios de la honestidad heredada y conservada a pesar de los vendavales vividos.

Hasta pronto, hermano querido.

Fernando naranjo duran

31/10/2020


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