Anaquel de primavera.
Sevilla toros de “torrestrella”
Javier Jiménez. Lama de Góngora y Pablo Aguado.
Aunque al ciclo maestrante,
el viento arree desde Huelva
rebaños de nubes blancas
sobre este amarillo albero,
y el añil que presta el cielo
un gozo es la maestranza
para toreros noveles;
si es que acentúan caireles
y se torea despacio,
hasta él Ole se agiganta.
Más no de Los Alburejos
donde dejaron su clase
y el fondo de su vitola;
crespos ante los manejos
de una terna algo bisoña
que en esta tarde tan fría
destellos de sus hombrías
concedieron la emoción;
compromiso de razón
en sus tres sevillanías.
Tuviera un lote tan nulo
ese rubio de Espartinas
que se fue con esa espina,
pues sacársela no pudo
a pesar de la firmeza
con que planteara su obra
a ese cuarto, el tal “gamberro”
que apretara en el caballo
y también a los de plata
su temperamento inquieto.
A la sevillana estética
de su verso gongorino
sonó la Opera flamenca
toreando a 'lentisquino'
y agradable la sorpresa
ver a esta joven promesa
con “aguacero” el burraco:
Una nueva dimensión
ofreciera al baratillo
este rubiote muchacho.
De su concienzudo hacer
pues no andaba yo confiado,
otra sorpresa, ¡pardiez!
Fue esta tarde la de Aguado
tan sobrio, serio y sobrado;
cadencioso al natural
de manera singular
tan firme y con tanto asiento
hoy confundido me siento:
se me debe perdonar.
Fernando naranjo duran
11-4-2018
Para Sevilla Taurina.com
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