Si, toreando bajo la lluvia y navegando sobre el barro, en
esta épica Feria que nos ha tocado vivir este año en Olivenza: donde ella y sus
foráneos se han unido a las cuadrillas toreras en esta ocasión contra los
elementos, asistiendo fieles a su coqueta placita de toros para dar fuste a
nuestra Fiesta Nacional desde sus feudos. En aquella comarca “Janda extremeña”
que sabe reunir la más granada y actual cartelería torera para ofrecer al planeta
aficionado allende fronteras, las esencias que aquí se reparten. Hasta el
momento de escribir este articulo solo se han dado tres festejos de los cinco
programados, y debo anotar la grata sorpresa que causara la novillera extremeña
-de San Jorge de Alor- María del Mar Santos Márquez; la que abrió valientemente
el cartel de seis novilleros, ese
nefasto viernes ante el tedioso Eolo y la diosa lluvia (tan esperada) que llegó
con retraso al lugar necesitado con furia huracanada desluciendo la tarde en
que esta valiente jovencita se empleó en dejar su sello de valiente y decidida
dentro de la pureza conque se debe estar en una comprometida tarde de toros a la
más vieja usanza.
Y no menos al día siguiente día -sábado a la mañana- donde la
sorpresa continuaba al ver saltar una seria corrida -no al uso en dicha placita-
del hierro de El Tajo y la Reina: a
nombre de José Arroyo “Joselito”. Corrida bien hecha, baja y con pitones: digna para otra plaza de más categoría -sin
querer señalar la de Badajoz- que bien pudiera, para darle justa medida a lo
que acostumbra acartelar en sus ferias Sanjuaninas. Y en estas, aún seguían “toreando
bajo la lluvia” y patinando sobre el barro, J. José Padilla. José Garrido y Luis
David Adame, esta brava e interesante corrida que hizo emplearse a fondo a las
cuadrillas sorteando las furibundas embestidas de estos bureles con sobriedad y
oficio sobre los “charquitos” que asolaban el piso plaza, estos titanes de
plata, como viene siendo de costumbre, dejando día a día altísimo el listón el
grupo de lidiadores, por los alberos de España.
Padilla creo que tuvo suerte en sus tres intervenciones, al
matar uno más por la herida del joven Adame en su primero- solo faltó que al
amplio castaño que hizo primero suyo lo sometiera, porque fue otro buen toro
que “no vimos” pero el Pirata del Guadalete está perdonado por el gusto y la
templanza conque trató a su segundo “novelero” un jabonero noblón, para abrochar en un auténtico ‘apoteosis
finale’ (en su supuesta despedida) que llegó en ese sexto y último llamado “poco-sol”
ya el animal acobardado al sentir la imposibilidad
de mantenerse en pie y acometer a su matador en sus deslizamientos sobre el barrizal, se
entregó al pirata con oficios toricidas
bien aprendidos supo conseguir, de este sus
dos apéndices.
Peor suerte por sus aceros- tuvo el joven y corajudo José
Garrido, que, en su primero, “afane” bravo, de excelente presentación y algo incierto
a la primera para dejarse después puso como siempre el alma y su enjundia torera
con los percales llevándose paso a paso la fiera embestida a los brocales de la
boca de riego. -Que hoy pareciera haberse roto la cañería inundando el anillado
albero. Andando con toda firmeza con la pañosa; la que embarrara con toda idea
a pesar de estar ya empapada, para asegurarse llevar despacito al burel. (cosas
del poderío y la preparación de este torero pacense) con “habilitado” su buen y
bravo segundo, de nuevo enjareta su gusto capotero, superarando cuantos
charquitos volviera a crear el iracundo vendaval vislumbrándose una faena maciza
de menos a más tras las torrenciales cortinas del líquido elemento. De hinojos
templado, seguro anduvo ante esa cara rizada a la que no pudo desorejar y que
le propinó una fea voltereta de la que gracias a la elasticidad de este atleta
torero no pasó a mayores, pero creo (sin haber visto las demás corridas) que
este debiera tener mención de honor en
este ciclo oliventino a pesar de no ser coronado con peludos trofeos, por
lidiar corrida más enrazada y en peores condiciones el ‘tablao’ escénico bajo
la inclemencia atmosférica.
El tercero fue “negligente” un serio y hondo ‘acapachao de capa
negra al que Luis David recibe valiente con una larga cambiada, para seguir
durante la lidia, estando sobrao ante su enemigo en todo momento al que
finiquitó de un espadazo que le valió junto al escaso trofeo de una sola oreja,
una herida en la axila que le impidiera salir a matar su segundo, y sexto de
esta bien presentada corrida matinal.
Fernando naranjo duran
4-3-2018
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