De barro te haré un puchero
y de plata una vasija;
donde sílabas licuadas
en metafísicos vinos
embriagarán tus sentidos
hasta que mi amor exijas.
Que no hay nada como el mosto
que te ofrece mi sarmiento;
plantado en tierras de sangre,
regadas con los suspiros
que fertilizan mi amor
bajo un sol de sentimiento.
No hay nada que más seduzca
que tu mirada encendida
y trémulo oculto cuerpo;
-siendo mi musa elegida-
cuando te veo al acecho
del canasto de mis versos.
Fernando naranjo duran
13-5-2018
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