La reja por ti saltaría
pa' demostrar que te quiero,
vente tú a la vera mía
que eres la luz de mis días;
si no lo digo me muero:
que a la vuelta del camino
contigo haré yo mis planes
y a la sombra de los pinos
nuestro sudor peregrino
desdoble to’s sus afanes.
Que el sol en los arenales
y el verde de las chumberas
nos irán fundiendo lento,
entre las lavas vulcanas
que arrastran las primaveras
y abrasan nuestros otoños!
Ay, que poder de atracción
cuando te atusas el moño
al levantar esos brazos
se me enciende la pasión.
Mis pulsos en tenguerengue
no se avienen a razones,
será que de amor no entienden
y piensen cómo sufrir
que me des pares y nones.
Fernando naranjo duran
20-5-2018
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