Ohh.. La la..
Un amor en libertad
por díscolo y atractivo,
pleno de sensualidad
circundó mi actividad
en grado superlativo.
Donde un viejo carrusel
y un vetusto acordeón,
surgiera un bello cimbel
que supo a bien arrobar
de un soplo mi corazón.
Al rosicler de la tarde
con su estilo refinado,
se han fundido y dejan huella
sobre un alma en sí viajera
de compás enamorado.
Bajo el cielo de París;
hermosa y sin compromiso
donde su aura conocí
por sus grandes bulevares
dirección al Paraíso.
Fernando naranjo duran
5-10-2019
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