¡Arriba!.-
No alientes desfallecer
tu batalla, tesonera;
ayudaré levantarte:
la vida te sonreirá!
Piensa tú, que a cada
instante
habrá un requiebro galante
y a tu paso algún suspiro
que te devuelva un soñar.
Sin medidas, más, con ritmo;
como este poema mío
que hoy llega suelto de
riendas
para que tú lo comprendas
y hagas caso a su consejo.
Pues el consejo de un viejo
como, a la herida la venda
ha de sanarte hasta el alma
¿y si no? Mira a tú espejo!.
O mis versos alocados
que hoy por ti se desenvuelven
tomando parte a tú lado.
Anárquicos, des uniformes,
para hacerte sonreír,
con este poema impar
que en el recuento ha salido...
¿de qué forma lo has logrado?
Mi pluma atónita está
por haberlo así parido.
Fernando naranjo duran
4-8-2019
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