A
Aquella tarde en las Ventas.-
-Dedicado a Antoñito Ferrera-
! ¡Qué
cinqueño! Noble y largo
con pitones y
romana.
Más, pronto
te hiciste cargo
de someter
sin ojana..
¿Qué pronto
sonó la alarma
para esculpir
con el alma
el toreo
despacito?
Hiciste
perder mi calma
con tu
muleta, sin arma,
ante aquel
bravo “Bonito”
El ingenio y
la verdad
fueron
siempre de tu parte;
(dice con
sinceridad
la pluma que
esto comparte)
y hoy a tu
éxito responde,
pues sabe de
cómo y donde
te acunaron
de torero.
De esos que
nada se esconden;
salten del
marqués o el conde:
¡ya sean
nobles, o fieros!
Tú,
tecnócrata en el cuarto
al sobarlo
delicado,
sin mostrar
un sobresalto;
pero macho y
enfibrado
con tú valor
tesonero,
al amor de
los tableros
hiciste
crujir las Ventas;
y al
charlatán usurero
que ‘maltrajea’
al torero
de manera
desatenta.
Al primero de
armonías
compusiste
una sonata,
y al cuarto
con toda hombría
-que con
franqueza desatas-
de lírica
wagneriana
y compás por
sevillanas
tus compases los
de ayer:
y las Ventas
puritanas
recordaron -no
tempranas-
esencias de aquel
Domecq.
Inicia el
vuelo gorrión;
libre, con alas
de cóndor.
Lástralas de tu
pasión
y entona cual
ruiseñor
ante esta coral
de sordos.
Fernando naranjo
duran
2-6-2019
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