Al natural.
De los parques de Sevilla
trajo en aromas su ungüento:
hechizos de antigüedades
para atmósferas toreras
que terminó en un lamento.
Giró en el pitón de un toro
como un aspa en gravedad,
cuando el silencio fue cumbre
esperando sus maneras
sublimes de torear.
Y mudo quedó el tendido
-vociferante y soez-
al ver al torero herido
cuando firme entró ‘a por
uvas’
lo empitonó aquel burel.
De los parques de Sevilla
con flores del azahar
va en su capote la gracia
y en su pañosa de seda,
el temple, el son y el
compás.
! Qué toro fue ‘zahareño’
que te esperó en los corrales
para rematar la feria!
Te juro, fue cosa seria;
para alzarte a los altares.
¿Y allá en el María Luisa
qué dirá el bueno de Bécquer?
Algún poema a tu brisa
de ortodoxa y fina guisa
hará a tu estirpe de seise”.
Fernando naranjo duran
16-6-2019
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