Deseos.
Anda el deseo furtivo
atento a cualquier descuido
hurgando por nuestras lindes:
ay mujer, que casi olvido
que ni esperanzas le diste.
¿Puedes abrir tu cancela
al loco deseo mío?
Mira bien, que estoy llegando,
y por tenerte en mis brazos
no sé cuánto he recorrido.
Una excelsa apoteosis
al uso Tristán e Isolda,
quiero vivir a tus pies
en esta noche serena,
y espero me correspondas.
fernando naranjo duran
11-7-2018
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