A - Castella. Perera y
Talavante.
Acorde con la concordia
de equilibrio equilibrado
fue hasta el sol enamorado
que quiso tener memoria
para anotar en la historia
una tarde pucelana;
cómo sin ser espartana,
burda, excederse en la prosa
y no en la métrica airosa
que en la rima se amalgama..
Donde el maestro Zorrilla
y el Pisuerga sueñan sueños
hubo extremeños empeños
en las ternas y cuadrillas,
para enamorar mantillas
de las bellas pucelanas;
y en tierras tan castellanas
un extremeño blasón
que solo un necio borrón
escribió la espada vana.
De olor a vinos la tarde
por su esencia ribereña
que aportando uva extremeña
y afrancesado champagne
degustado sin alardes
por su fina flor de Lis,
fue un perfume de París
que derramara su esencia
pero sin jurisprudencia;
-en su acero hubo desliz..
Su poderío prosaico
hoy se excedió en el metraje
y desdibujó el mensaje,
de toreo mayestático
que escrito va en su mosaico
y en su encaje y firme asiento;
más, su métrica lamento
y su espada más lo siente,
Perera, se consecuente
hay que abrochar al momento.
Ese vino de tu Puebla,
ay, cuanto me gusta a mí;
“angelote” sigue así;
es el camino que lleva
donde la gloria te eleva
a los más altos estantes
de la belleza constante
por ser puro en tus esencias;
llevas al duende y la ciencia
por natural, Talavante..
Vuestro amigo;
Fernando naranjo duran.
8-9-2017
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