Mañico
(elegía)
Pido al aire del Moncayo
rice unos versos por Sergio;
y el Ebro bogue despacio
hoy solemne ante el Pilar
embarcado en un silencio.
Frente a la capilla ardiente
donde este joven mañico
dice adiós tan de repente
y en dolor, deja a su gente,
con sus almas hecha añicos.
Cuando la flor del almendro
pajarean ruiseñores
y va mejorando el tiempo;
emprendes otros caminos
donde no sienten dolores
y hay armonía y contento.
¿Te pierdes la primavera
y el bostezo del verano?
Y ese otoño tan atento
que le otorga a Zaragoza
festejar, Pilar eterno.
¿No veras a tu patrona
enjaezada y hermosa
vestir su manto de flores?
Ni oirás jotas contagiosas
en sus mañicos albores.
¿No verás a tú abuelico”
ni a tu madre; Inmaculada?
Ni en las fiestas del Pilar,
lucir ese pañuelico”
en tu frente enamorada.
Te vas en el crudo invierno
¿a ordeñar el olivar?
Alguna “magallonera”
te ha de entonar “la olivera”
en tan celeste lugar.
Fernando naranjo duran
08/02/2020
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