Ay, ¿Si el Manco de Lepanto
inclinara su cabeza?
Vería con gran espanto
conqué villana bajeza
surge a su lengua un quebranto.
Los de Largo Caballero
y de Lenin, putativos;
ebrios de tan solo un trago
festejan desde el estrado,
enrojecer adjetivos.
Nuestro verbo universal
el que abrió tantas fronteras
inculcando al nuevo mundo,
el sentimiento profundo
que en España se venera.
Detened vuestra osadía
villanos de tres al cuarto,
y predicar armonías;
no las falsas progresías
a este pueblo que os da
tanto.
Cuatreros del pensamiento;
buhoneros que, a legiones,
vendéis dogma y argumento
para encender de momento
la tea de las pasiones.
Fernando naranjo duran
9-11-2019
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