Sra, Llerena.
Aquel color de oro viejo
de tu otoño más febril;
Llerena, yo nunca olvido,
al amigo y a tu abrigo
que lejos quedan de mí.
Desde aquella Casineta”
las cales de tu Granada
quien volviera a recrearla,
y disfrutar mis retinas
su blancura inmaculada.
A tus calles hoy en fiestas
cuando septiembre es dorado
y de amor se manifiesta.
Llerena sabes de mí
porque no me has olvidado.
Mi alma de ti enamorada
sigue allí en tu feria inquieta.
Lejos hoy de tus atmósferas
mis versos versan la luz
conque prestaste al poeta.
! Que giren hoy los tiovivos
y el autochoque en la pista!
Porque faltar no concibo
a ese bienestar nocivo
que compartí, idealista.
Fernando naranjo duran
25-9-2019
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