Hoy mi amigo
Talavante
desorejara
dos toros,
con qué
firmeza y qué modos
sobria
seriedad fragante;
que lo sitúa
importante
donde a él
le corresponde,
y mis versos
cómo y dónde
raudos han
de llegar a él
como
llegará el pincel
de algún
pintor que lo borde,
en su
espigada figura
con asiento
en sus caderas
donde soporta quimeras
del embroque
en su amargura.
Pureza y honda
largura,
un compás
bien afinado
de un
natural abrochado
a su cintura
de espiga,
donde las
astas obligan
ser el astro
deseado.
Ser el
torero esperado
para el
esbozo arrogante
de los
versos más fragantes
de algún
poeta chiflado
que en tú
toreo dorado
se apoyó
bajo el dintel,
y en tu
frente algún laurel
su escritura
siempre puso
sabiendo que
dios dispuso
ser tu
trovador después..
fernando
naranjo duran
14-10-2017
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