No es un camino de rosas
pues todas marchitarán,
en mis manos temblorosas
que hoy mal dibujan las cosas
sin acierto equidistar.
Cuándo mayor, gasto el miedo,
que atesoré de chiquillo.
Quisiera huir, pero no puedo;
dejar que nadie le quite
todo el moho, aquel gatillo..
No quiero un negro futuro
para tantos inocentes;
tan párvulos e inmaduros
que corran despavoridos
ante el paso de insurgentes.
Quiero gentes sin caretas
que desnuden su honradez,
no quiero ver espoletas
de obuses sin explotar
ni el negro luto de ayer.
No quiero ser el testigo
del horror que yo no vi.
Pero estuviera conmigo
tras de la dura contienda
que tanto me hizo sufrir.
Quiero que la fuerza bruta
por fin sea aniquilada.
Odio la necia batuta
del truhan que se absoluta
enfundado en la Estelada;
y aporrear mi tambor
allende el alto del Bruch.
Y al payés tan ofensor
que se crece sin pudor,
deponer de su acritud..
fernando naranjo duran
3-10-2017
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