28ª de San Isidro: toros de Adolfo Martin
D. Urdiales S. Castella y M.
Escribano
Fue tan cárdena y severa
que por delante su leña
quita el sueño aquel que sueña
con vestirse “a la torera”.
Que corrida majadera
oscureciendo los oros
del que se PONE ante el toro
dejando el alma al garete.
Esas almas que prometen
desgarradas sus decoros.
Cuando saltó ‘mulillero’
o su segundo ‘aviador’
cuanto gusto y que valor
se despacha este torero:
que se ‘guinda’ mi tintero
se granjea mi afición;
por su gusto a la emoción
pone empaque y señorío
pues en el Ebro ha nacío
como el vino, a la sazón..
La heráldica flor de Lis
deshojara su última hoja:
su lote no fue milhoja
y no se pudo lucir.
Tarde, de ayer en Madrid
de lila y oros dispuesto;
afianzándose su puesto
para venir desde luego
a otro San Isidro nuevo
este ‘atiplado’ y apuesto.
Y un 'rubiacho' mú sonriente
de esos que tienen pelotas
sin buscar un ‘siempre toca’
se desmadeja valiente
y hacia el chiquero silente
busca su porta gayola.
No hay rumor de caracola
tan solo se oye un bufido
de un toraco definido:
furor de embravecida ola..
Fernando naranjo duran
5-6-2015
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