(a Alejandro Talavante)
Ay que torero ha venido
de
los campos extremeños.
su
toreo encela ensueños
y
ha de ser reconocido.
su
desgarro decidido
entre
“furias” de cinqueños
de
los que ofrecen sus leños
a
ese público encendido
que
por vid y sementeras
le
siguen por sus verdades
de blandir
las soledades
de
sus tierras más austeras.
La
redondez en su trance
luce
sus codos toreros
y
hace crujir los alberos
la
espesura de su lance.
Cuando
quiebra su cintura
es
boceto de escultura
denunciando todo asiento:
insolente
compostura
de
una quietud sin aliento..
Fernando
Naranjo Duran
Badajoz.
3/08/2007
Viejos versos
No hay comentarios:
Publicar un comentario