Extremeñito silente...

Angelote de la impávida figura,

Hoy hay comentarios para todos los gustos; ¿Qué si la corría vino mal presentada? porque verdaderamente estuvo fuera de tipo, desigual y encima con los pitones “arremangaos” de lomos largos como trenes sin destinos concebidos y pasados de edad, como los gustos de algunos comentarios, ¿Que, si Talavante vino horrorosamente vestío, con zafios bordados propios de una costurera de tres al cuarto?  ¿Qué si a Morante se lo olvidó el tarro de las esencias en el Hotel y no encontraron una musa en el esportón de los avíos? ¿Qué si el “titiritero” Luque ya le faltan menos toros para ser figura de una puñetera vez? Otros quizás con razón comentan que si la banda (de músicos, se entiende) arranca como lo hiciera el Ford de pedales” las cosas de la gente que se llaman “taurinos” y que pululan por estos “tendidos del ciego” Ya ve usted!...Pues desde esta butaca del plux tenemos que guardar la pasión a buen recaudo porque ya nos queda poca, y con la que está cayendo habrá que conservarla por si vienen las vacas flacas.

 Desde este cómodo asiento se observa cómo Sevilla se pone en pie cuando la emoción desaparecida en combate hace acto de presencia, y arrebata hasta los cimientos toreros de este templo taurino y aplaudir las campanas de la Giralda y hasta la  mudez de la Torre del Oro a orillitas de este viejo río torero parece asomarse  al baratillo. Los sevillanos, (no todos) quieren a toda costa un rey gachó para sus centros toreros, un “Chicuelo” un Pepe Luis, alguien que pueda parecerse al Faraón. Y hasta temen algunos que pueda venir algún descendiente de los del mimbre canastero’ y le arrebate al “alfarero” de la Puebla, su tan gestionado trono andalusí.

 Mientras tanto ayer Sevilla pidió amores a este “extremeñito” cabal que, aunque mal vestío, trajo color de esperanzas para los que desnudan su alma cuando un angelote de impávida figura se rompe al natural muy cerca de las “tablas de la ley” de la Maestranza Sevillana.

Cómo te jama Sevilla,

 descorcha tú quinta esencia

y ante su augusta presencia

tu toreo sin cejilla

 embruje a su concurrencia.

 

 Y el quiebro de tú cintura

lleve cosido al engaño

la furia de la bravura,

 delicada curvatura

en tú emblema de oro en paño.

 

 Y asomado el giraldillo”

ponga la tarde a soñar,

para poder explicar

como el viejo Baratillo

 se sumó a tú natural.

 

¡Te confirme la Giralda!

Y su hermana, la del Oro.

 Guardianas de aquel tesoro

 que tan celoso se guarda

para su tarde de toros.

 

 ¿Y su río que dirá?

Le dirá a tú Guadiana,

 acércate tú mañana

 que lo veas torear

 por derecho y sin ojana!

fernando naranjo 

18-4-10