Busco el ritmo y su emoción
tarde a tarde tras la estela
de aquella graciosa vela
que me presta inspiración
para que un tosco renglón
describa aquel horizonte
donde la magia te esconde
para encelar los poemas
de este arrogante mecenas
que en -décimas- te responde.
Mientras, un lastre achicar
y con el viento a favor
navegar hacia ese amor
que tanto se hace rogar.
Navegar y navegar
cada minuto del día,
hasta encontrar armonía
con que seguir cortejando,
sabe dios, así hasta cuando
achicar melancolías..
fernando naranjo duran
5-8-2017
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