(A Curro Díaz)
¿No te veo en los carteles
de ese ciclo sevillano?
Veta injusto aquel villano
el brillo de tus caireles
que oscurece a sus ‘quereles’
sus dos toreros de casa.
Eres patata que abrasa
las manos de mantequilla
de esos dos que maravillan
tanto al julay, o al sarasa
con el toro de “Omaita”…
Qué pena no poder verte
sobre ese albero mecerte
con la elegancia exquisita
de aromas que no marchitan
cuando de arte te agigantas
y vas templando gargantas
ante el cuajo y la bravura
con tú firme compostura;
la hondura de una taranta
a una frágil “sevillana”
jamás pueda comparar
ni el poeta subrayar
por ser coqueta y liviana.
Mi poema no es de ojana
y sabe cuánto le jiere
un manolo de alfileres;
una estrofa envilecida;
la ñoñez de una corrida
en el feudo de los E.R.E.
Fernando naranjo duran
22-2-2017
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