(al Fino de Córdoba en El Pilar)
El gusto
de un río moro
al bautizar
sus toreros..
El
nunca baja ligero:
baja enseñando sus codos
gustándose
en los recodos
desambigua
en los remansos..
Allí se
toma un descanso
y se
quita la montera
bendice su
agua torera
y santifica
despacio..
El río
de musgo y plata
cordobés boga platero:
y Omeya
esculpe al torero
que -amontillao-
destaca!
Hoy su
espada de hojalata
no
nos privó del bouqué..
Y ya sabe usté el porqué;
el aroma
es el aroma
y el
compás es punto y coma
pá to el que quiera saber..
Más, que duros
los silencios!
Como el
olvido infamante
escupen agrios instantes
y se me
antojan tan necios
que me voy de tercio en tercio
a tú
estética balanza..
Finito,
cuanta templanza
a
este Reino de Aragón
le
robaste el corazón
con tus
arias de romanzas..
Fernando naranjo
duran
11-10-2013
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