Mujer al sol.
Es de esfinge
cordobesa
y de piel
mediterránea;
es sutil, como
instantánea
más, no sé ¿cómo
ella besa?
Pero sé que se
embelesa
al compás de
algún renglón
de encelado
diapasón,
vehículo de mis
versos
que transporta
los excesos
de una imposible
misión.
Que no fue a
ninguna parte
pero cubrió el
expediente
del amor más
exigente
y cual necio
Bonaparte
no conquistara
con arte,
preciado conquistador.
Y sufre con
esplendor
sobre un
pedestal estable
su juventud
indomable,
azotes, de mar
y sol.
Fernando
naranjo duran
05/09/2020
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