miércoles, 16 de septiembre de 2020

Después de ti, nada..

Después de ti, nada. –

 

(a mi hijo Alfredo)

En mis retinas tus verdes

y tú cielo azul purísima

la aloja mi esperanza,

donde María Santísima,

prodiga tanta bonanza.

 

Y aunque la mano del hombre

se haya propuesto quemarte,

y afearte entre cenizas,

resurges con todo el arte,

tú, mi sierra, no agonizas.

 

Eres el pulmón del sur

y mi cuna fuiste siempre;

la brisa de mi salud

mi madre, y mi novia, tú,

desde aquel seis de noviembre.

 

 Acicálate en otoño

con sus colores quebrados;

donde festejan madroños

sus ciclos de nueva vida,

de ti tan enamorados.

 

Y aunque yo no pueda verte

se me alegran las entrañas,

 pues imagino tenerte

y saber que pronto ofreces

gurumelos y castañas.

 

Que orgullo es ser de tu esencia

natural, querida mía.

Alimentas mi conciencia,

como templas mi impaciencia,

mi nobleza, y mi osadía.

 

Fernando naranjo duran

 

16/09/2020.

 

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