domingo, 27 de septiembre de 2020

De tunantes, caciques y cicateros”.

(a mi amigo  aficionado y gran conocedor; Juan Antonio Carmona Carmona, del Castillo de las guardas, (Sevilla) alias “Barroso”

Uno, que por afición a nuestra fiesta nacional dejó el alma y la cartera por esos cosos de dios, siguiendo aquellas figuras de mi época, desde don Ordoñez y su socio El niño sabio de Camas, pasando por todo el elenco torero ¿el que quizás circule por la mente del lector? mi contemporáneo. Pues llegando hasta estos últimos estertores artísticos de nuestros toreros extremeños, figurones de esta última época, donde todos ellos pasaron sobresalientes y con muy alta nota por estos ciclos que gentilmente ofrece este patronato taurino de nuestra Diputación provincial de Badajoz.

 

Más, hoy vuelvo a la carga contra las decisiones de los jurados organizadores de tales eventos donde los chaveas aprendices al noble, duro y bravo oficio de torero, se van dejando la piel y las ilusiones por los desacertados criterios de última hora, partidistas, con amaños caseros donde con cierto descaro manipulan los votos que dilucidan al ganador en las reñidas finales, como en esta que hoy se celebró en el Coso más torero que dispone la región de Extremadura: nuestro Coso de la Piedad en Almendralejo.

 

Y viene de nuevo a mi mente como se sublevó mi apasionado carácter para censurar con la energía posible y en su día, a mis paisanos andaluces en aquellos certámenes en los que concurrieron Rafael Cerro, Tomás Campos y José Garrido, observando cómo miserablemente, y toda desvergüenza se les robaba el premio final en sus respectivos ciclos. Hoy me ha vuelto a subir el termómetro cuando veo como  “esas puertas giratorias “que tanto aluden los de la extrema izquierda, vuelven a girar con todo descaro político para seguir jalando a costa del erario público, cuando vi dando los premios (para mí, temeraria y deshonestamente  confundidos? un viejo camarada y conocido, el que ha logrado por fin quitarse unos kilos pero que sigue físicamente igual de poco agraciado como cuando de jovencito, acompañaba a medir los terrenos feriales al severo y respetado jefe de la guardia municipal,  el famoso Kiko, “ El Inspector” de corte austero y franquista de los de antes.  Ay, si éste levantara la cabeza... ¿qué diría?

 

Pues esta tarde me ha vuelto a enrabietar el elenco de “expertos consejeros” y no quiero mirar para nuestro querido Luis Reina, torero valiente que fue, y cumplidor de otra época;  el que ahora ejerce de cocinero mayor de nuestro extremeño “Taurino Master Cheff” para el universo del dios Tauro, dejando en su haber los éxitos de su participación como docente de toda la torería que desde Extremadura, dio y sigue dando fuste a los últimos anales de nuestra fiesta nacional. Tampoco dirigiré mi repulsa para el fino y templado, Luis Manuel Reinoso “el Cartujano” que sin ser de Cartuja alguna supo hechizar, cuando era solo un artístico y filigranero becerrista, a nuestra sevillana Real Maestranza de Caballería, sacándolo tras un “delirum tremems” una tarde bajo su arco principesco. Nada más ni nada menos.

 

Y es por tanto que de ellos no habrá salido la errónea y amasada decisión de dejar “fuera de cacho” como si hubiese realizado una “mala praxis” Filipe Martinho, el elegante y corajudo torerillo portugués que bajo mi modesto criterio ha pechado y tragado con el 5º , todo un tío al que hubiera que haber dado un puyacito en to’ lo alto, para serenar su  crespa y arisca embestida  armada con dos espadas por delante su testuz repartiendo tarascadas.

Los actuantes extremeños en esta ocasión y después de haber presenciado la anterior “exhibición de clase práctica”  -como suelen llamar los políticos de turno a estos festejos menores - realizada en el singular Coso de Fregenal de la sierra donde este portuguesiño” estuvo con el capote como los mejores y antiguos toreros de los madriles, y como  banderillero capaz de las mejores gestas; muletero, de buen gusto,  sobrio mandón y eficaz, con una novillada de terciopelo como fue de “La Cercada” de Miguel Moreno.

Y sin desacreditar en esta última final celebrada hoy en Almendralejo al serio y firme  Sergio Sánchez, como  al valiente, pero tosco, Eric Olivera, este torero portugués debió haberse proclamado vencedor de este certamen, hoy  desacertado y posiblemente amañado, Certamen, al que mi querido amigo “El angelote de la impávida figura” Alejandro Talavante, mandó una novillada con arrobas y trapío, agria y arisca que supo poner a todos los coletudos en su lugar correspondiente.

 ¡!Viva España!! y que dios salve al Rey y a su pueblo, (que somos nosotros)..

Fernando naranjo duran

27/09/2020


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