domingo, 1 de octubre de 2017

De Madrid al cielo..


-Al Arcángel de la Puebla-

Se convocaron las musas
y acudieron las valkirias
diligentes sin excusas.
Soplaron suaves las brisas
y se abrieron abanicos
al duende que no rehúsa
el detener el crepúsculo;
que acompasó la faena
y a medida la reunión
ya relajados  los músculos
allí empezó la función;

de una sobria sinfonía
sobre bravo pentagrama
de colorida amalgama
encelando la bravía
embestida de aquel toro.
Donde Perera fue un todo
de wagneriana armonía;
y puntada tras puntada
sus corcheas concebían
enamorar sin alardes
mientras el sol cobarde huía
él encendiera la tarde.

Con cañas de su cuadrilla
que conjunción más armónica
Curro Javier. Ambel. Barbero.
Qué trío, !No hay más torero
en su lidia arquitectónica!
La suavidad de un capote
que no admite ni un derrote
y la expectante reunión
en tan atrevidos tercios,
donde achuchan  las querencias
se expone sin indulgencias
el arrojo varonil.

Mano baja y con gobierno
de arrastrar sobre la arena
esa muleta serena
que sueña el toreo eterno;
y se amalgamó la estética
de la rima consonante
cuando el toreo es donante
de una justa y limpia métrica,
abren los goznes del cielo
como toda puerta grande
con el éxito que expande
tan extremeño torero.

Fernando naranjo duran

1-10-2017

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