martes, 18 de agosto de 2020

De una tarde de verano.-

 

De una tarde de verano.-

 

De su boca y su sonrisa

de sus ojos de esmeraldas,

de su talle exuberante.

Desde el tren de sus caderas

que aúpan su erguida espalda,

soy su más reñido amante.

 

De su esfinge de mujer

surgen vigor e inocencia

 y una brava resistencia

que aporta de nuevo vida

y espolea de imprudencia,

a mi solvencia suicida.

 

Qué tarde la conocí..

¿Quizás que fuera verano?

Y sorprendido me vi

por esos ojos radiantes

de óvalos tan excitantes

hechiceros y espartanos.

 

Austera cual Dama de Elche

o el Peñón de Gibraltar

su modelo arquitectónico.

Es arrogante y armónico,

y fresco cual suave brisa

que llega a la baja mar.

 

Por ella bebo los vientos

que emborrachan al levante,

por ella soy desatento

y celoso cual sarmiento

que nace de tierra roja

y da aspereza a su estambre..

 

Fernando naranjo duran

10/08/2020


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