domingo, 4 de marzo de 2018

Toreando bajo la lluvia.





Si, toreando bajo la lluvia y navegando sobre el barro, en esta épica Feria que nos ha tocado vivir este año en Olivenza: donde ella y sus foráneos se han unido a las cuadrillas toreras en esta ocasión contra los elementos, asistiendo fieles a su coqueta placita de toros para dar fuste a nuestra Fiesta Nacional desde sus feudos. En aquella comarca “Janda extremeña” que sabe reunir la más granada y actual cartelería torera para ofrecer al planeta aficionado allende fronteras, las esencias que aquí se reparten. Hasta el momento de escribir este articulo solo se han dado tres festejos de los cinco programados, y debo anotar la grata sorpresa que causara la novillera extremeña -de San Jorge de Alor- María del Mar Santos Márquez; la que abrió valientemente el cartel  de seis novilleros, ese nefasto viernes ante el tedioso Eolo y la diosa lluvia (tan esperada) que llegó con retraso al lugar necesitado con furia huracanada desluciendo la tarde en que esta valiente jovencita se empleó en dejar su sello de valiente y decidida dentro de la pureza conque se debe estar en una comprometida tarde de toros a la más vieja usanza.
Y no menos al día siguiente día -sábado a la mañana- donde la sorpresa continuaba al ver saltar una seria corrida -no al uso en dicha placita- del hierro de El Tajo y la Reina:  a nombre de José Arroyo “Joselito”. Corrida bien hecha, baja y con pitones:  digna para otra plaza de más categoría -sin querer señalar la de Badajoz- que bien pudiera, para darle justa medida a lo que acostumbra acartelar en sus ferias Sanjuaninas. Y en estas, aún seguían “toreando bajo la lluvia” y patinando sobre el barro, J. José Padilla. José Garrido y Luis David Adame, esta brava e interesante corrida que hizo emplearse a fondo a las cuadrillas sorteando las furibundas embestidas de estos bureles con sobriedad y oficio sobre los “charquitos” que asolaban el piso plaza, estos titanes de plata, como viene siendo de costumbre, dejando día a día altísimo el listón el grupo de lidiadores, por los alberos de España.
Padilla creo que tuvo suerte en sus tres intervenciones, al matar uno más por la herida del joven Adame en su primero- solo faltó que al amplio castaño que hizo primero suyo lo sometiera, porque fue otro buen toro que “no vimos” pero el Pirata del Guadalete está perdonado por el gusto y la templanza conque trató a su segundo “novelero” un jabonero  noblón,  para abrochar en un auténtico ‘apoteosis finale’ (en su supuesta despedida) que llegó en ese sexto y último llamado “poco-sol”  ya el animal acobardado al sentir la imposibilidad  de mantenerse en pie  y acometer a su matador  en sus deslizamientos sobre el barrizal, se entregó  al pirata con oficios toricidas bien aprendidos supo conseguir, de este  sus dos apéndices.
Peor suerte por sus aceros- tuvo el joven y corajudo José Garrido, que, en su primero, “afane” bravo, de excelente presentación y algo incierto a la primera para dejarse después puso como siempre el alma y su enjundia torera con los percales llevándose paso a paso la fiera embestida a los brocales de la boca de riego. -Que hoy pareciera haberse roto la cañería inundando el anillado albero. Andando con toda firmeza con la pañosa; la que embarrara con toda idea a pesar de estar ya empapada, para asegurarse llevar despacito al burel. (cosas del poderío y la preparación de este torero pacense) con “habilitado” su buen y bravo segundo, de nuevo enjareta su gusto capotero, superarando cuantos charquitos volviera a crear el iracundo vendaval vislumbrándose una faena maciza de menos a más tras las torrenciales cortinas del líquido elemento. De hinojos templado, seguro anduvo ante esa cara rizada a la que no pudo desorejar y que le propinó una fea voltereta de la que gracias a la elasticidad de este atleta torero no pasó a mayores, pero creo (sin haber visto las demás corridas) que este debiera  tener mención de honor en este ciclo oliventino a pesar de no ser coronado con peludos trofeos, por lidiar corrida más enrazada y en peores condiciones el ‘tablao’ escénico bajo la inclemencia atmosférica.
El tercero fue “negligente” un serio y hondo ‘acapachao de capa negra al que Luis David recibe valiente con una larga cambiada, para seguir durante la lidia, estando sobrao ante su enemigo en todo momento al que finiquitó de un espadazo que le valió junto al escaso trofeo de una sola oreja, una herida en la axila que le impidiera salir a matar su segundo, y sexto de esta bien presentada corrida matinal.

Fernando naranjo duran
4-3-2018


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